domingo, 16 de diciembre de 2012

Mons†er.


En ese momento era yo, en aquella calle donde se apreciaba una luz que intentaba alumbrar la zona. Caminaba despacio, escuchando aquella canción en medio de la oscuridad. La sentía en mis pasos, en el ritmo, estaba produciéndose la misma situación de siempre, estaba cambiando. Era incapaz de dejar de temblar, tenia unos escalofríos que recorrían todo mi cuerpo con rapidez. Suspiraba cada vez mas fuerte del frió que sentia. Mis pasos cada vez eran mas lentos. Por unos segundos conseguí evadirme de este mundo, y de esa calle por la que arrastraba mis pies. Me empezaba adaptar, era lo de siempre, así que me deje llevar y empece a disfrutar de mi mismo. Estaba a punto de amanecer y yo venia de fiesta. La oscuridad una vez mas me aportaba seguridad, ese es el único rato en cual no puedo ver nada, pero si noto mis pensamientos  fluir por mis cabeza, mis próximos movimientos e incluso mis mas frías venganzas. Mi pelea constante con mis pensamientos me agotaba mucho, aunque llevara el alcohol y las ganas de fiesta en mi cuerpo.
¿Me consideraba un monstruo? 
Una carcajada salio de mi boca con fuerza, me encanta vacilar sobre ello.
Puede, un monstruo sin catalogar.  Solo era una persona que no se doblegaba ante nada, solo ante esa canción que tanto desorden me producía  la sentía tanto que mi piel se quebraba con cada nota. Solo era un recuerdo, pero quemaba demasiado. La gente opina que he cambiado, que he dejado de ser yo.  Sinceramente era algo que sabía, no podía negar lo indudable, pero me  divierte mi nuevo yo, me parezco interesante. Seguía avanzando, y el jazz de la canción se apoderaba de mi, me atontaba. De repente mire mi mano y vi aquella nota, que estaba escrita con bolígrafo  pero no se entendía con claridad ya que la tinta se había esparcido por toda mi mano
 Se apreciaba algo como esto: Remember who you are.
 Era una especie de nota que nunca se olvida, que de vez en cuando es necesario mirar.
Sonreí al instante. ¿Había creado un nuevo yo? No lo sabía. Puede que para alguien fuera una especie monstruo ya que asustaba demasiado con mis pensamientos y mi comportamiento. El antiguo Pablo desapareció como las cenizas en una tarde de viento.Me sentía seguro, por un momento esa canción me había hecho perder la razón  intentando cambiar mi ser. ¿Que pretendía?  ¿Volver a ser el antiguo Pablo? a ese ya le deje atrás  era alguien que me había hecho sufrir demasiado.  Todavía me pregunto por qué narices tenia esa canción en el móvil  ya que tantos sentimientos me producía  todos contradictorios entre ellos.  No tenia miedo, seguía siendo yo, aunque en ciertos momentos nunca viene mal olvidarse de quien eres, perder la cordura y dejarte llevar.
Seguía amaneciendo, y ya quedaba poco para llegar a casa. Encendí un cigarro que tenía en la chaqueta, y continué con mi camino. El humo me envolvía la cara, y en la ultima calada de aquel estúpido cigarro, pensé en aquel Pablo, ¿Que fue de el? se había evaporado, y se disolvía en la oscuridad de la noche, como en la oscuridad de mi interior.
Apague el cigarro pisándolo con fuerza, y no volví a sentir nada.
Todos cambiamos, pero a todos no nos afecta de la misma manera. El único problema es que corremos el riesgo de convertirnos en algo distinto, en ese yo que nunca pensabas que existía.