sábado, 21 de septiembre de 2013

Recuerdos prohibidos.

¿Otra vez por aquí, querida? No te esperaba.
Levanté la cabeza y estaba delante mía, mirándome con su dulce sonrisa. No había cambiado nada, estaba exactamente como la recordaba. Seguía llevando aquel rojo carmín en sus labios, siempre decía que lo llevaba porque la gustaba dejar marca, en todos los sitios. Hasta en la boquilla de sus propios cigarros. Aquellos ojos grises seguían transmitiéndome la misma sensación de aquellos remotos días en los que aún estábamos juntos. La sensación de una frialdad inmensa.
¿Te has quedado embobado mirándome otra vez? Despierta, no soy un recuerdo. Estoy delante tuya y aun no has sido capaz de pronunciar una palabra. ¿Sigues tan sorprendido como siempre?
Esbozó una pequeña sonrisa y se acerco a él. Le agarro del cuello y deslizo su boca con suavidad  por toda la zona, hasta que llego a su oreja.
¿No te incomoda el hecho de que este tan cerca de tu boca y no te haya besado todavía?
Cerré los ojos y sonreí al instante.
No has cambiado absolutamente en nada, sigues siendo la misma picara de siempre. Y eso me encanta, Jacques.
Al parecer no te has quedado mudo, me alegro por ello. Es incomodo, piénsalo. No quieres besarme pero a la misma vez lo estas deseando. Irónico y estúpido. ¿Qué te frena, machote? Tu miedo ha vuelto y no te deja ver más allá, o ¿qué?
Deja el juego de palabras, deja tu labia. Sabemos que se te da muy bien crear tus propios discursos, pero al final voy a acabar haciendo algo de lo que posiblemente me arrepienta.  Y no quiero eso, demasiados errores llevo ya cometidos en mi vida.
Tan inseguro como siempre, no cambias Charlie. Bésame, equivocate, y luego vuélveme a besar. Te vas a arrepentir igual si no lo haces, así que si te vas a arrepentir de todas maneras, hazlo.
Me estoy replanteando la idea de que tu eres la que desea besarme.
Hombre, no soy de piedra. Intento serlo, pero tengo sentimientos.
En aquel momento encendió aquel cigarro que tenia en el bolsillo y desprendió su humo por toda mi cara.
¿Lo ves?  El tiempo se esfuma, es efímero, al igual que el humo del cigarro cuando sale por mi boca. Las oportunidades vuelan, y ahora te estoy dando una. No deberías desaprovecharla. No soy una cualquiera, en realidad no todas aparecen en tus sueños todas las noches torturándote por algo que no va a volver ¿verdad? No olvides quien soy ni lo que has vivido conmigo.

Cada palabra que salia de su boca me dolía, ella tenía razón, yo lo sabía, pero ¿por que seguíamos parados en aquel estúpido banco sin hacer nada? Yo aún no he encontrado una  respuesta, espero que vosotros si lo hagáis.